¡Ojo con las pantallas! Protege tu visión en la era digital

Estamos en septiembre y es hora de vueltas a nuestras rutinas diarias. Muchas de ellas seguro que van a incluir tanto en nuestra vida profesional como personal el uso generalizado de pantallas. La omnipresencia de las pantallas sigue contando con una limitación seria: la capacidad de nuestros ojos para procesarla. La exposición de nuestros ojos al uso intensivo de dispositivos digitales puede provocarnos problemas visuales y de salud general. Desde visión borrosa, sequeda ocular, dolor de cabeza, cervicales o también de espalda. Para hacer frente a esta situación resulta fundamental una combinación de buenos hábitos y las soluciones específicas que podemos ofrecer desde nuestras ópticas.

¿Cuáles son los hábitos y buenas prácticas para proteger nuestros ojos frente a las pantallas?

Para proteger nuestros ojos existen una serie de hábitos y buenas prácticas que nos ayudan a gestionar la exposición prolongada a las pantallas. A continuación vamos a repasar los hábitos más importates para mantener una buena salud visual.

• Regla del 20/20/20: Es una práctica que tiene como objetivo evitar la acomodación continua de nuestros ojos a la visión cercana a la que nos obligan las pantallas. Consiste en hacer descansos cada 20 minutos, para mirar un objeto a una distancia de 20 pies (unos 6 metros) durante 20 segundos. Con esta práctica conseguiremos relajar la visión y reducir la fatiga visual.
• Intenta parpadear y mantener una correcta hidratación en los ojos: El parpadeo es esencial para mantener la hidratación natural de los ojos. Cuando usamos pantallas, tendemos a parpadear menos de lo habitual, lo que provoca sequedad ocular. Si sufres de sequeda ocular, prueba a usar lágrimas artificiales que ayuden a mantener tus ojos hidratados.
• Busca una ergonomía adecuada: Trata siempre de mantener con tu espalda una posición vertical frente a la pantalla, así evitarás forzar demasiado tu cuello. La altura de la pantalla debería estar ligeramente por debajo de la de nuestros ojos. Una posición muy elevada o muy baja hará que tus músculos estén en tensión (especialmente con los móviles). En cuanto a la distancia entre nosotros y la pantalla debe situarse en una distancia intermedia (50-70 cms).
• Intenta trabajar con pantallas de alta resolución y densidad: Monitores de mayor resolución reducen el esfuerzo ocular al proporcionar una imagen más clara y definida. Cuanto más densidad tenga nuestra pantalla, más píxeles por pulgada ofrecen. Esto es especialmente relevante con personas que deben trabajar con mucho texto en pantalla. Otro dato interesante es el refresco o tasa de refrescode la pantalla medido en hercios (Hz). Por encima de 144Hz es una tasa alta de refresco y por tanto mayor comidad. A hora de invertir en un monitor, piensa que son muchas horas y que una inversión adecuada puede redundar en menos problemas visuales. También es importante que puedas manejar fácilmente la altura y la inclinación de los monitores.
• Usa el modo oscuro de las aplicaciones y gestiona el brillo / contraste de las pantallas: Hoy el modo oscuro de los navegadores y las aplicaciones permiten mayor contraste y menos luminosidad, especialmente en situaciones de poca luz ambiental. También es importante que tengas un brillo y contraste adecuado a la situación para evitar una exposición excesiva o una falta de brillo que fuerce tu visión. En algunas ocasiones existen opciones en los dispositivos para adaptar automáticamente el brillo y contraste.
• Evitar trabajar con poca luz ambiente: Contar con dispositivos móviles / portátiles ha favorecido el uso de las pantallas en entornos oscuros o con poca luz. Trabajar en un entorno con iluminación insuficiente o en completa oscuridad puede forzar más la vista, ya que los ojos deben esforzarse para adaptarse a los contrastes entre la pantalla brillante y el entorno oscuro. Trata de contar con una iluminación suave y uniforme, evitando luces directas y que provoquen reflejos. También es preferible que optes por luces cálidas, ya que evitan la fatiga visual y tienen un efecto más relajante para tus ojos.

¿Qué soluciones te ofrecemos en la óptica para proteger tu visión de los dispositivos digitales?

Los fabricantes de lentes son conscientes de los retos que afrontan nuestros ojos en una era llena de pantallas. Por eso cada vez son más las soluciones específicas para mejorar tu visión frente a las pantallas. A continuación te contamos las soluciones más habituales que ofrecemos en las ópticas:

Filtros de luz azul: Están especialmente indicados para combatir la luz azul que es una parte del espectro de luz visible, que emiten tanto el sol como las pantallas de dispositivos electrónicos. En longitud de onda, la luz azul está en el rango de 380 a 500 nanómetros, siendo la luz de longitud de onda corta más cercana a los rayos ultravioleta (UV). Los fabricantes han mejorado mucho la estética de estos filtros, ya que en sus primeras versiones producían unos reflejos de color azul / violeta, pero hoy prácticamente no se notan. El uso de lentes con filtro de luz azul ayuda a evitar la fatiga visual y el malestar en exposiciones prolongadas a las pantallas.

Lentes Eyezen (Essilor): Se trata de una completa línea de lentes monofocales y progresivas que mejora el enfoque de cerca, tan necesario al utilizar dispositivos digitales. Además estas lentes incorporan la misma tecnología que las Crizal Prevencia, para evitar la dañiña radicación ultravioleta de las pantallas digitales.

Lentes ocupacionales: Son un tipo de lente óptica diseñado específicamente para satisfacer las necesidades visuales de personas que realizan tareas que requieren una visión prolongada en distancias intermedias y cercanas. También ofrecen una corrección eficiente para la visión de cerca, lo que es ideal para tareas como leer o trabajar en computadoras. A diferencia de las lentes progresivas tradicionales, las lentes ocupacionales suelen tener un campo visual más amplio y uniforme en las áreas de visión intermedia y cercana.